El ser humano es multidimensional
Esto significa que cuenta con distintos cuerpos o dimensiones para desarrollar su propósito de vida aquí en la Tierra.
Cada uno de estos cuerpos le sirve para expresarse y funcionar en los correspondientes planos o dimensiones en los que, paralelamente, la Realidad también está constituida.
Aunque hay más cuerpos o dimensiones (así como planos de realidad) nos quedaremos, por ahora, en el quinto.
Podemos imaginarlos en su conjunto como si fueran una serie de muñecas rusas, como si el cuerpo físico, el más denso y más pequeño, fuera el que está en el interior, y los demás, que lo compenetran, se extendieran alrededor de él.
Todo ser humano “es” todos estos cuerpos simultáneamente, aunque en diferentes grados de desarrollo. A medida que la persona crece y evoluciona, sus cuerpos se van desarrollando con ella.
Los 5 Cuerpos y sus Propósitos
1.º Cuerpo físico. Es el que mejor conocemos (a través de nuestros sentidos) y con el que nos identificamos en primer lugar (el más real para nosotros).
Representa el límite visible y material del «yo» (a partir de él está “lo otro”/”los demás”).
Es, en cierta manera, el vehículo temporal de tu esencia espiritual en el mundo físico, y está regido por las leyes físicas.
Este cuerpo sólo puede experimentar lo que esté en el cuerpo mental.
Representa la acción. El propósito de este cuerpo es Experimentar – Vivir.
2.º Cuerpo energético. Aunque es imperceptible con los sentidos físicos para la mayoría de personas, se encuentra a unos cuarenta centímetros y un metro alrededor del cuerpo físico. Es observable y medible por diversos aparatos científicos.
En él están ubicados los siete centros primarios de energía denominados chakras.
Representa la energía para la acción.
El propósito del cuerpo energético es Circular – Crear.
3.º Cuerpo emocional. Aunque la mayor parte de las personas tampoco podemos ver nuestras emociones/sensaciones, sí que las sentimos intensamente, ya que en ocasiones hacen que nos doblemos de dolor, nos encojamos o sintamos un agujero, vacío o nudo en el cuerpo.
En este cuerpo residen los centros de sensación y es particularmente sensible a las impresiones del pensamiento.
Representa el sentir.
El propósito de este cuerpo es Expresar – Amar.
4.º Cuerpo mental. Podemos identificarlo como el conjunto de nuestras creencias y pensamientos. Son nuestras ideas sobre el mundo y sobre nosotros mismos (el personaje o el “yo” que creemos ser y todos sus deseos).
Representa el pensar. Las cosas que ocurren en nuestra vida y que percibimos como “realidad” no significan nada hasta que el cuerpo mental les da un significado o interpretación. O lo que es lo mismo, percibes el mundo -y todo lo que éste contiene- en función de tus pensamientos.
El cuerpo mental es el que permite o dificulta la libre expresión de las emociones, en función de si las interpreta como “positivas” / “buenas” o “negativas” / “malas”.
El propósito de este cuerpo es Despertar.
5.º Cuerpo espiritual o alma. En el esquema de los cinco cuerpos el superior es el alma o esencia espiritual, que es la expresión del Espíritu, Consciencia o Fuente manifestándose a través de un cuerpo humano.
Representa el cuerpo del propósito y es el que da sentido a los cuerpos anteriores. Digamos que es el diseñador de las experiencias que vives, en función del plan o propósito de vida por el cual decidiste nacer.
Tu intención última es aprender sobre el Amor y manifestarlo. Y todas las situaciones que vivas van a empujarte a ampliar tu percepción acerca de él. Es por ello que este cuerpo se conecta directamente al cuerpo físico a través del corazón.
El propósito de este cuerpo es Evolucionar.
Dado que el resto de cuerpos están al servicio de éste, cuando se conecta con el cuerpo espiritual, el resto de cuerpos quedan instantáneamente alineados.
Sea lo que sea lo que uno piense, sienta y haga, el alma da la compresión y el sentido último a lo que está ocurriendo.
El alma extiende su efecto a todos los demás cuerpos
La manera en que interactúan estos distintos cuerpos es la siguiente:
Somos un sistema holístico, nuestros distintos cuerpos están interconectados, por lo que cualquier problema, bloqueo o disfunción en uno de los cuerpos afecta a los demás.
Veámoslo con un ejemplo:
Imagina que sientes el impulso de realizar un viaje. Decides seguirlo y llevas a cabo todos los preparativos necesarios (billete de transporte, alojamiento, itinerario de visita, etc.).
Cuando te encuentras en el aeropuerto a punto de coger tu avión, repentinamente empiezas a sentirte nervioso, algo mareado e incluso con cierta sensación de asfixia.
Por lo que decides no subir al avión y quedarte sin realizar el viaje que deseabas hacer.
Para que te sientas emocionalmente mal, con anterioridad has tenido que percibir lo que está ocurriendo de una manera determinada (“negativa”), que es contraria a tu esencia, alma o ser interior, seas o no consciente de ello.
Es decir que un pensamiento contrario a tu “deseo de viajar” ha tenido que emerger para que hayan aparecido esos síntomas físicos y emocionales en tu cuerpo. Podría ser, por ejemplo, que los aviones no son seguros; luego es mejor que te quedes en tierra.
Debido a que este pensamiento es contrario o no está alineado con el impulso de realizar el viaje, te has sentido mal y has acabado actuando en contra de tu intención.
La sensación incómoda en el cuerpo, que puede variar desde el nerviosismo del ejemplo hasta un ataque de pánico, te está indicando la necesidad de prestar atención a un pensamiento en el que crees ciegamente din darte cuenta, aún sin tener ninguna certeza de que sea verdad (“es más seguro no viajar”).
Estar alineado o crear conscientemente
Debido a nuestra estructura multidimensional, una intervención o toma de conciencia en un cuerpo superior afecta a los inferiores.
Un trabajo sobre nuestras creencias, alojadas en el cuerpo mental, tendrá un efecto directo en nuestras emociones (cuerpo emocional), en el cuerpo energético, reflejándose finalmente en el cuerpo físico.
Mediante El Arte de Escuchar la Vida se trabaja sobre el cuerpo espiritual, hallando el propósito o sentido de lo que uno piensa, siente, hace. Lo cual tiene efecto en todos los demás cuerpos quedando alineados inmediatamente.
“Uno está alineado cuando piensa, siente, dice y hace en la misma dirección, conectado con un propósito elevado”.
La comprensión del sistema de los cinco cuerpos repercute, pues, en todos los ámbitos de nuestra realidad: la salud, la prosperidad, el bienestar, etc.
A mayor alineación, equilibrio o coherencia entre los distintos cuerpos, mejores resultados.
El hecho de que nos aqueje un síntoma físico o haya algo que no salga como esperamos es la evidencia de que alguno de nuestros cuerpos no está alineado con el propósito o el plan que perseguimos.
Cuando nuestros cuerpos están alineados nos convertimos en creadores conscientes de realidad. Vivimos lo que somos y nuestra intención se manifiesta en el mundo físico con facilidad.
Meditando en la comunión de los cinco cuerpos
A continuación tienes una práctica meditativa basada en la alineación y comunión de los cinco cuerpos.
¡Que la disfrutes!
* Post realizado a partir de la información contenida en los libros de Josep Soler, El Lenguaje del Alma y La Numerología del Ser.
Excelente tema
A mí también me apasiona el sistema holístico que representan los diversos cuerpos o dimensiones del ser humano y cómo todos ellos en conjunto “se comportan” sinérgicamente hacia un fin, que de manera individual (cuerpo por cuerpo) no alcanzamos a ver.
Gracias Annery!